La #terapia sí es para locos. Así como lo escuchaste. La terapia sí es para gente #loca. Para personas que han alcanzado a observar el mundo con otros ojos. Con otra conciencia. Que alcanzan a reflexionar sobre su vida misma y sus comportamientos.
La terapia es para aquellas y aquellos que cuestionan, que se preguntan si lo que ocurre en su mundo esta bien o está mal. Si lo que viven y experimentan es lo correcto o incorrecto. Si lo que hacen les gusta o no les gusta.
Sólo una persona loca tiene el DON, de ver el mundo con otros ojos. De emocionarse cuando ve a un pequeño jugar con una bolsa o con trozo de cartón. De enamorarse cada vez que su mascota le mueve la cola y gira ansiosamente para ese encuentro. De ver que existen personas en las calles, que no tienen el sustento para alimentarse o asearse. Los locos hablamos con los animales, con la naturaleza, con la gente de la calle, con desconocidos, por una única razón: "porque los locos, no vemos a otros locos, sabemos que hay un corazón latente dentro de esas personas, de esos seres vivos".
En definitiva, la terapia es para los locos. Para aquellos que nos atrevemos a mirar el mundo con otros ojos. Por que alcanzamos a ver un mundo que se robotiza, se insensibiliza y se inestabiliza. Que cada día pareciera que se hace más frío emocional y menos #empatía, y que entre más medios de comunicación tenemos, menos logramos comunicarnos.
Este mundo a los #locos nos duele, nos sacude, nos hace cuestionarnos muchos porqués y para qués. En pocas palabras nos hace preguntarnos sobre el #sentidodelavida, de nuestra propia vida. Esta última pregunta, en algún momento de nuestra existencia nos la realizamos, pero solo los locos, los verdaderos locos, tenemos el coraje para atrevernos a responderla.
Gracias por estos 8 años de pasión por la terapia, bienvenid@ a nuestra #terapia anormal. Con #psicólogos realmente locos, donde intentamos generar una #comunidad anormal y juntos co-construir un mundo más apasionado y con sentido.
Excelente inicio de semana.
Tus #psicólogos #anormales de Terapiayuda, Eliza y Alberto
