– ¿Está usted contagiado? Preguntó el Dr.
– No físicamente Dr, no dió positiva la prueba
– Entonces, ¿por qué está aquí? Si no tiene síntomas de esa extraña y nueva enfermedad
– Estoy aquí porque tengo miedo. Tengo miedo de estar infectado, pero no de manera física, sino mental.
Nadie ha sabio responderme a que corresponden estos síntomas dentro de mí. Me siento enfermo, sin embargo, los médicos me han dicho que no lo estoy y eso me confunde, me hace pensar que estoy loco
– Hábleme un poco más de su malestar, comentó el Dr.
– Resulta que comencé a sentirme extraño desde que anunciaron la noticia de manera oficial por medios de comunicación. A eso se le sumó el cierre de centros comerciales y locales a los que solía asistir con mi familia. El cierre de escuelas y de planta en donde trabajaba, al final me liquidaron, pero me siento insuficiente.
Es como si le hubieran puesto pausa a mi mi vida. Se canceló la fiesta de cumpleaños de mi esposa, un viaje, un congreso y entregas de proyectos a nivel laboral.
Resulta curioso, como siempre me quejaba por no tener tiempo para mi esposa, hijos, la casa, los perros, incluso para hacer ejercicio o alguna tarea pendiente en casa. Y ahora que tengo el tiempo que se generó de manera forzosa, no se que hacer con él.
Me siento inútil, porque aunque se hacer muchas cosas y tengo muchos proyectos inconclusos en los cuales pudiera enfocarme, no puedo hacerlo
– El Dr. Lo miró y le preguntó: Realmente ¿a qué le tiene miedo?
– El Sr. Se quedó callado y pensando por un momento le respondió: No lo sé Dr.
Creo que he pasado tanto tiempo enfocado en el futuro que ni siquiera había tenido la oportunidad de vivir mi presente. Y ahora que la vida me confronta con él, no se como hacerle frente.
– Entonces, ¿a qué le tiene miedo? Insistió el Dr.
– Le tengo miedo a no saber vivir mi presente. Le tengo miedo a no cumplir mis proyectos puestos en el futuro. Le tengo miedo a no ver más a mi esposa, a mis hijos y a mis mascotas, porque siempre estoy ocupado y esta enfermedad me amenaza con quitarme lo más valioso que tengo. A eso le tengo miedo Dr.
El Dr. Se le quedó en silencio y después de un par de minutos lo observó y le dijo:
Lo he escuchado atentamente y he reflexionado sobre su situación queriendo comprenderlo, pero sabe algo, yo también tengo miedo…
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